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Aguas subterráneas del Quindío calmarían la 'sed' de su población.

Fecha: 16-06-2017Categoría: Información General
Ingeominas realizó la primera fase. Abanico acuífero del departamento sería la estrategia para contrarrestar las consecuencias de la sequía.
 
El Quindío podrá a futuro abastecerse con aguas subterráneas, ya que posee un abanico acuífero único en el país. Así lo demuestra Ingeominas, a través de un estudio realizado desde 2010 denominado ‘Modelo Hidrológico del Sur del Eje Cafetero, para Quindío’.
 
Después de siete años de investigaciones, la entidad nacional entregó la iniciativa a las corporaciones autónomas de Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, porque el sur del vecino departamento del Eje Cafetero comparte la ramificación de aguas que pasa por el territorio y termina en los municipios de Sevilla, Caicedonia y otras localidades vallecaucanas.
 
Patricia Rojas Sánchez, profesional especializada de la subdirección de la gestión ambiental de la Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ, explicó que parte de las aguas subterráneas del Quindío ingresan por Risaralda, otras de los sistemas acuíferos, por Circasia, Filandia, Salento, Calarcá y por la zona de protección ambiental, denominada así porque es de importancia estratégica, ya que por allí entra el agua y alimenta el abanico hídrico.
 
El estudio también menciona que Quimbaya, La Tebaida, Montenegro, Filandia y Circasia, son las municipalidades que más albergan agua, gracias a su condición geográfica. Mientras que, municipios cordilleranos como Génova y Córdoba, tienen un potencial de agua menor debido a que son zonas con rocas muy compactas casi imposibles de romper.
 
 
 
Segunda fase, tarea para las CAR.
 
 
Después del análisis topográfico, geológico y acuífero de Ingeominas, la CRQ, en compañía de sus similares, deberá encontrar cuál es el caudal de recargo que tienen los sistemas acuíferos y cuál es la oferta de agua subterránea que se tiene en el departamento.
 
Es de resaltar que durante la primera fase, la entidad nacional hizo tres pozos para estudiar los diferentes terrenos.
 
Dejó como resultado que en La Tebaida solo se puede cavar una profundidad de 556 metros, ya que la piedra que sigue es imposible de fracturar.
 
Las explotaciones de agua, que todavía están vigentes, las recibió la autoridad ambiental regional, para que continúen haciendo los trabajos de monitoreo, además se conoció que como contraprestación el ‘Edén Tropical’ ejecutó un convenio para abastecer las necesidades del líquido a su comunidad.
 
Históricamente, esa localidad tuvo aljibes o pozos artesanales, donde sacaban el agua para realizar las distintas labores en la municipalidad. LA CRÓNICA visitó uno en el barrio Cantarito, donde Juan de la Cruz Quintero expresó: “Yo llegué a esta casa a la edad de 11 años y ya estaba este aljibe, ahora tengo 89 y nunca el líquido se ha acabado”.
 
Según Quintero, cuando hubo épocas de racionamiento, sus vecinos, amigos y otros familiares sacaban agua del aljibe para realizar sus distintas labores domésticas.
 
“Esta agua es más pura de la que puede venir por la llave, yo crié a mis hijos con este líquido, que obviamente hervía para hacer la alimentación, esto no es de ahora, esto es de muchos años atrás”, dijo Quintero, añadiendo que una polea, un balde, una cuerda y una piedra son las herramientas básicas para conseguir el agua.
 
La investigación de Ingeominas también dejó varias conclusiones que se han tomado en consideración, como por ejemplo el aprovechar el agua subterránea como alternativa para cuando las fuentes hídricas superficiales bajen sus niveles.
 
Según el estudio, otros pasos a seguir de la CRQ son la creación del plan de manejo, instrumento que permitirá administrar de manera coordinada y responsable el agua subterránea; diferentes análisis para purificar más el líquido y trabajar de la mano de las empresas prestadoras del servicio.
 
 
Utilización de los pozos.
 
 
El estudio, que hasta ahora ha tenido una inversión cercana a los $8 mil millones, no establece que el agua sea ilimitada.
 
“No podemos decirle a la población que el agua no se va a acabar, porque todo depende del ciclo hidrológico, dependemos de las condiciones del clima. En periodos secos, muchas veces las aguas subterráneas surten la superficial, pero también disminuyen”, aseveró Rojas Sánchez.
 
La empresa que desee explotar los pozos debe hacer el trámite con la CRQ para surtir y complementar el agua superficial. “El agua, así sea de muy buena calidad, hay que darle tratamiento. Quien vaya a aprovechar el pozo es quien debe excavar, al predio no le pasa nada, pero es importante que cuando se vaya a perforar otro, no se haga tan cercano al anterior, porque estos tienen conexión”, explicó la funcionaria de la corporación.
 
 
Una riqueza hidrológica.
 
Luis Carlos Serna Giraldo, licenciado en biología y educación ambiental de la universidad del Quindío y zootecnista, universidad de Antioquia, consejero de la CRQ, dio su punto de vista: “El estudio nos permite entender sobre la riqueza que tenemos, pero también sabemos que debemos cuidarla y para que no se contamine de metales pesados, entre otros, debemos comenzar a mitigar esas posibilidades y la investigación arroja un alto grado de peligro en Filandia”.
 
Sumado a ello, Serna Giraldo aclaró que el sistema a nivel nacional para el trato del agua y su purificación debe ser cambiado, porque el cloro no cumple esa función al 100 %. Puntualizó que ese sector del Quindío debe ser blindado contra explotación minera, ya que los químicos que puedan caer en esa entrada a las aguas subterráneas pueden contaminar todo el acuífero que por ahora es único en el país.
 
El asesor de la CRQ también dijo que el agua es completamente consumible para la humanidad, animales y plantas, solo habría que tratarla.
 
“Las aguas subterráneas son menos contaminadas que las superficiales, muchas de las quebradas están contaminadas por el mal manejo de los desechos, residuos o aguas negras, en cambio podríamos estar hablando de un gran porcentaje de pureza en el abanico acuífero”.
 
 
EPQ Y EPA
 
 
James Padilla, gerente de Empresas Públicas del Quindío, EPA, habló a cerca de la importancia del proyecto, que según él, a futuro visualizará a nivel internacional el departamento, pero no dejó de dar los cuidados que se deben tener sobre las aguas de los ríos y quebradas. “Nosotros sabemos del potencial histórico de las aguas subterráneas, por esto apoyaremos a la corporación autónoma en lo que necesite”.
 
La entidad departamental opera actualmente tres pozos en La Tebaida, que están ubicados en el sector del Edén, cerca al aeropuerto, metros más adelante La Marina y en el casco urbano, en el barrio Cantarito.
 
Dijo que como objetivo está adelantar nuevas explotaciones en Montenegro, Circasia y Quimbaya, con el fin de avanzar en poder abastecer las necesidades del departamento durante el fenómeno de ‘El Niño’.
 
Carlos Alberto Hurtado, gerente de Empresas Públicas de Armenia, EPA, expresó: “Estamos proyectados para generar dos pozos de explotación de aguas subterráneas en la ciudad, el primero sería en la planta de tratamiento del norte, aledaño al colegio San Luis Rey y el segundo sería en la planta Corbones”.
 
Indicó que si bien el desarrollo de la investigación fue dejada al Quindío, el gobierno nacional debe aportar más recursos, porque el líquido interno es rico en varios minerales que deben ser suprimidos, para poder ser consumido.
 
Sentenció que todo el proceso que elaboró Ingeominas para evidenciar la riqueza subterránea del departamento del Quindío es de aplaudir y que su entidad estará presta a cualquier tipo de procesos en beneficio de los armenios y quindianos.
 
 
David Salazar
LA CRÓNICA

Tags: Aguas subterráneas, riqueza hidrológica, pozos, CAR

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