La idea de construir el Jardín de Mariposas del Quindío se la expresó el fundador del Jardín Alberto Gómez Mejía en 1991 a la famosa conservacionista inglesa Miriam Rothschild y ella le dio las primeras indicaciones para su realización exitosa.
El Entomólogo Richard Hesterberg brindó generosamente toda la asesoría científica y técnica para este proyecto y nos sugirió construirlo con forma de mariposa y para lo cual escogimos una muy bella, de color azul transparente que habita los bosques húmedos del Quindío, especialmente en los climas fríos y templados, llamada Cristalina quindiana y cuyo nombre científico es Pseudohaetera hypaesia. La cubierta de la edificación reprodujo la forma y la venación de las alas de este hermoso insecto. La entomóloga argentina Valeria Luna lo calificó como el mariposario mejor diseñado del mundo.