El próximo 18 de mayo los ciudadanos determinarán con sus votos si se fija una retribución de 25 dólares por hora.
Jasmin Eicher ya despidió a su único empleado de tiempo completo para mantener a flote su tienda de tarjetas, velas y papel de un suburbio de Zurich. Si Suiza aprueba un salario mínimo que sería el más alto del mundo, dice que su única opción es cerrar su negocio.